FELICIDADES JOSÉ

Felicidades José, felicidades por tu vida y por tus hijos
porque conservan tu brillo en la mirada y tu sonrisa
esa que vuelve eternos los chistes y la vida...
esa tranquilidad que da hacer las cosas con las entrañas más que con la cabeza,
esos ojos abiertos siempre, mirando más allá del Castillo o la Fuente de Ocho caños,
los mismos que han visto el Big Ben o la nieve en Toronto
porque daban igual los kilómetros, con los tuyos, era como estar en casa,
esa forma de pensar visionaria rompedora y amplia,
tan amplia que se salía de las fronteras de un pueblo
a veces constreñido, otras cerril y muchas vetusto...
esa forma de luchar por lo que se quiere y de trabajar,
porque como tu decías, ni Rosa, ni Jose, ni yo trabajamos,
trabajar es otra cosa, es sentir el dolor en los riñones y en el alma,
un alma que nunca desaparecerá, porque la llevan ellos
y viajarán con ella donde sea, a Canadá, a la India o a Tailandia
y en la mejor de las maletas...
un corazón enorme,
como los que servías cada mañana a tus clientas.